Sí, creo. Seré como Michael Jordan.

"El beneficio no es el legítimo propósito de un negocio. El legítimo propósito de un negocio es ofrecer un producto o servicio que la gente realmente necesite, y hacerlo tan bien, que sea beneficioso"

-James Rouse

Si uso unas Nike Air, ¿ Podría llegar a jugar basket como Michael Jordan?,

Las corporaciones han establecido una nueva religión: El Negocio y su acción de adoctrinamiento es llevada a cabo por las campañas que publicitan sus productos. Como toda religión, precisa de santuarios donde profesar la nueva fe. Los Centros Comerciales (Malls, Shoppings, etc..), grandes e impresionantes estructuras donde los fieles acuden a realizar el rito más importante de esta religión que es comprar. De la misma manera que el cristianismo empezó a trasmitir sus ceremonias a través de la TV, la nueva religión del negocio da un paso adelante, permitiéndole a sus fieles a participar de su "sacramento" mediante ventas de TV e Internet. Pero los Centros Comerciales son, sin duda, sus catedrales. No me cabe la menor duda: El Negocio es la nueva creencia , las corporaciones son su nuevas Iglesias , los ejecutivos sus nuevos sacerdotes, la publicidad su evangelio y los Centros Comerciales son sus santuarios.

La inteligencia concentrada de las Corporaciones está dedicada a lograr un solo propósito, el beneficio y esto hay que lograrlo a cualquier costo. 

A los fieles hay que convencerlos que hay que consumir siempre, constantemente creando productos y, lo que es más importante, creando la necesidad de consumirlos. Si no consumes, te alejas de la congregación, te marginas de la mayoría y te produce la sensación de haber pecado. Sí, sí, la nueva religión tiene pecados, y el más grave es no consumir. Para esto, el bombardeo publicitario se encarga de recordar sin pausa que hay que consumir para mantenerse en estado de pureza.

Mientras que las religiones tradicionales ofrecen maneras de arrepentirse, El Negocio ofrece maneras de evitar el pecado. Su arma predilecta, el crédito.

A través del crédito (tarjetas de crédito), el feligrés puede mantenerse en estado de gracia consumiendo, difiriendo el pago del bien de consumo y así, a los ojos de la congregación, no peca. Una genialidad. De hecho, es como si los católicos pudieran comulgar por adelantado, aprovechando su más reciente confesión. El estado ha abrazado esta nueva religión de modo incondicional, porque a través de los impuestos (IVA, entre otros) participa directamente en el sacramento del consumo.

El problema viene cuando el feligrés no puede pagar. Es entonces que empiezan a operar todos los agentes de cobranza, listas negras que se hacen públicas, y el acoso es total. La nueva Inquisición.

A diferencia de muchas religiones tradicionales, que son manifestaciones culturales de una creencia, El Negocio es absolutamente universal, sólo cambia el idioma y la moneda. 

Cuando el presidente del Banco Mundial dice que África es un continente "perdido" está simplemente diciendo que no se vislumbra, que la mayoría de su población, se puedan convertir en posibles consumidores. Son los nuevos pueblos paganos. ¿Para qué ayudarlos?

Pero se me olvidó mencionar que, como toda religión, precisa de un dios. Ese dios es el beneficio y todo es válido con tal de honrarlo. Contaminar, usar trabajo sub pagado, explotar el trabajo infantil, usar materias primas deficientes, sobre cobrar, sobornar, y usar al poder político como su principal socio, perdón, evangelizador. Es decir, cero contemplación hacia el individuo, cuya única función en esta nueva religión, es consumir.

Así que esta noche, antes de dormir, sujetaré fuertemente mi MasterCard y alzaré mi plegaria:

" Nike nuestro, que estás en el Mall, santificado sea tu nombre. Prometo que mañana iré al Mall y cueste lo que cueste, compraré unas Nike Air, porque creo firmemente en la promesa de tu publicidad. Amén"

Tal vez mis oraciones sean escuchadas y logre jugar como Michael Jordan.