jueves, 21 de octubre de 2010

¿Cuanto Tolerar?


"En la práctica de la tolerancia, el propio enemigo es el mejor maestro"
- Dalai Lama

"El mayor logro de la educación es la tolerancia"
- Hellen Keller

Pocas palabras me producen tanta excitación como la palabra "Tolerancia". Son palabras como "Felicidad", "Amor" o "Justicia", que significan distintas cosas según el momento, la experiencia vivida o el estado de ánimo.
Se puede ser tolerante ante creencias opuestas, ya sean religiosas, políticas o sexuales.¿Pero se puede ser tolerante ante hechos aberrantes como la lapidación, el terrorismo o la pedofilia?
Cada vez que surge el tema me digo a mi mismo,"Soy tolerante, más no tolero la intolerancia" y eso marca mis propios parámetros al respecto.
No tolero, por ejemplo, las generalizaciones y eso no significa que yo mismo no haya caído alguna vez en ellas. Confundir religión con fundamentalismo. Curas con pedofilia. Políticos con corrupción. Islamismo con terrorismo. Homosexuales con promiscuidad. Judíos con control económico. Palestinos con fanáticos. Vascos con etarras. Gitanos con ladrones, etc, etc...
Al igual que la violencia genera violencia, la intolerancia es generada por el abuso de algunos en detrimento de otros. No puedo dejar de entender el odio y la intolerancia que pueda sentir una madre palestina cuyo hijo fue asesinado en una calle de Gaza. Como el odio y la intolerancia que pueda sentir un israelí, cuya esposa haya sido víctima de un suicida palestino. O el sentimiento de unos padres cuya hija haya sido violada y asesinada por chicos "del barrio". Ninguna posible racionalización de estos hechos puede generar tolerancia hacia los culpables por parte de las víctimas.
La respuesta parece fácil. Evitar el abuso para no generar intolerancia. Pero como todas las máximas, la respuesta es siempre fácil, lo difícil es conseguirlo.
Pero hay que empezar por el principio, por lo más fácil y sencillo. Enseñarle a nuestros niños que la diversidad es buena. Que las desviaciones de una cultura, no hacen a la cultura misma. Que dentro de cada diversidad, existen patrones del bien, y del mal y que la imposición a la fuerza de cualquier idea, religión o pensamiento es nociva. Que generalizar es la madre de la discriminación y el padre de la intolerancia.
Algunas cosas se van logrando. Hoy sabemos que un alcohólico no es un "borracho". Que la adicción es una enfermedad y que el ser homosexual es una opción sexual.
No todos llegan a estas realizaciones a la vez, de la misma manera que no todas las culturas evolucionan a la misma velocidad ni todos los seres humanos maduran a la misma edad. Pero hay que empezar en algún punto.
Por mi parte mantengo mi mente abierta, pero con un interruptor en la mano, atento a cualquier desviación que pueda dañar el verdadero valor de la tolerancia y ser consciente, que para muchos, el ser tolerante es un lujo.



domingo, 10 de octubre de 2010

33+


" Es en los momentos más oscuros en que debemos enfocarnos en ver la luz"
- Taylor Benson

"El éxito no debe ser medido tanto por la posición que se ha conseguido en la vida, si no que por los obstáculos que se han debido lograr para llegar ahí"
-Brooker T. Washington

He seguido atentamente las vicisitudes de los 33 mineros chilenos que estoicamente resisten ese claustrof'óbico encierro en espera de su ansiado rescate. Sin duda son héroes, porque la resistencia y perseverancia, a pesar del miedo y la impotencia, son las mayores cualidades del heroísmo. Sin embargo no puedo dejar de pensar en el futuro.
Los latinos somos propensos a glorificar y rápidamente olvidar. La nostalgia nos produce urticaria y nos sacudimos el pasado como si este fuera un lastre, en vez de una inspiración para el futuro. Es cierto que algunos pueblos escapan a esta máxima, como los argentinos, que renuevan constantemente su fe hacia Gardel, Fangio, Monzón y Maradona. Pero en Chile no es así. No faltarán los que quieran cebarse con las "debilidades", que obviamente saldrán a la luz (nunca mejor dicho), obligándolos a ponerse a la defensiva, una posición en la que no siempre aparecen los mejores rasgos pero que vende papel y sube el rating. Y estarán los que quieran aparecer en la "foto".
Pero haya pasado lo que haya pasado a más de 700 metros de profundidad, 35 grados y más de 80 % de humedad, será entendible y justificable. Si no, ¿Ha estado encerrado en un ascensor unos cuantos minutos?
Con lo que han vivido los 33, deberían poder vivir el resto de sus vidas. Todo depende en manos de quién caigan, de quienes serán los que quieran "ordeñar" esta gesta o quieran sacarle el mayor provecho, sin pensar en la integridad moral y económica que se les debe preservar.
Sin duda ya hay beneficiados colaterales, como es el propio gobierno, que de una obligación y deber, harán una victoria política. Y aunque es verdad que estas cosas son inevitables, alguien debería estar velando por los verdaderos intereses de estos héroes. Pronto descubrirán un nuevo tipo de encierro, el mediático, donde acechan intereses que nada tienen que ver con el heroísmo.
Mientras tanto, tampoco olvidemos a los abnegados rescatistas y a las preocupadas familias. También son héroes y heroínas de esta gesta.


domingo, 3 de octubre de 2010

Se busca piscinero-

" Juro por Dios que aún no puedo entender porqué Democracia significa todo el mundo menos yo"
- Langston Hughes, "The black man speaks"

Me encanta zambullirme en un diario dominical encontrando artículos y notas que confronten o afirmen lo que pienso. Una especie de boxeo mental, o "shadow boxing", como se dice en argot pugilístico.
Durante mi vida profesional me daba cuenta que cuando las cosas van mal era como vaciar una piscina donde quedan al descubierto las imperfecciones y defectos del fondo, por lo que siempre pensaba en hacer las cosas bien desde abajo, para que cuando llegara el momento de las "vacas flacas", la estructura aguantara el momento.
Pero siempre hay tiempo de echarle la culpa a alguien o a algo de los males que se sufren. Y esto es lo que está pasando en la Europa de la crisis, donde se mira a la migración, o más bien a los inmigrantes, como la causa de todos los males. Esto no es nuevo. La historia está plagada de ejemplos. Cada vez que se produce un cambio en la estructura social y laboral, donde los individuos que no estaban en ciertas franjas laborales quieren acceder a ellas y las encuentran ocupadas por otros individuos, venidos de otras tierras, la reacción xenófoga no se hace esperar. Es tan fácil apelar al temor a lo desconocido o a lo diferente que tenemos los seres humanos, que los políticos encuentran, sin mayor esfuerzo, una base popular que siga el discurso racista. Pero no nos equivoquemos, los males de nuestras economías no radican en la inmigración, si no que en el sistema mismo, perverso e inhumano, basado en el consumismo desmesurado y no en la calidad de la vida misma. Ese es el fondo de nuestra piscina, el que ha quedado al descubierto.
Y estamos pagando el precio(literalmente) de una ideología que se nos ha impuesto por la ambición desmedida de unos pocos, los mismos que ahora nos quieren hacer creer que la causa de nuestros males radica en los extranjeros que llegan a ganarse la vida. Una mezquina e ignomiosa cortina de humo.
La historia es la historia misma de la inmigración. O, ¿Por qué hay rubios de ojos azules en las islas Británicas? ¿Por qué se habla castellano en América?, ¿Por qué los nativos de América son de origen asiático?, etc, etc, ETC!!!!!!!
Tal vez no debería ser yo que levante este estandarte por ser demasiado cercano al fenómeno. Mis abuelos paternos eran judíos, austríaco él, ucraniana ella. Abuelos maternos, descendientes de andaluces y vascos. !Vaya mezcla!
Pero bueno, habrá que esperar a que se llene una vez más la piscina, pero no veo que nadie esté realmente preocupado por arreglar el fondo antes de hacerlo.