''Todos los animales, excepto el hombre, saben que lo más importante en la vida es disfrutarla''-Samuel Butler
"Conócete. No tomes la admiración de tu perro como prueba concluyente de que eres maravilloso"
-Ann Landers
Me permito, una vez más, personalizar en mi blog. Esta vez por la partida, después de trece años, de mi perro Pancho.
Sólo aquellos que han tenido una mascota saben de la pena que se siente cuando mueren. Es verdad que no son seres humanos y las tragedias que aquejan a la humanidad son más importantes, pero no por eso deja de ser importante el gran vacío que dejan al partir. Normalmente, y digo esto porque no todos los seres humanos nos comportamos humanamente con nuestras mascotas, estos sacan lo mejor de nosotros. No dudamos en sacrificarnos por ellos, dedicarles tiempo y cuidado. A cambio, nos dan su entrega incondicional y una fidelidad a prueba de balas.
Se me ocurre que en esto hay una lección de vida. Si actuáramos con otros humanos, como lo hacemos con nuestras mascotas, tal vez recibiríamos lo mismo a cambio.
Siempre tuve claro que cuando Pancho se viera mermado de sus capacidades, o que sufriera debido a su avanzada edad, lo iba a "poner a dormir", y así fue. De todas maneras no fue una decisión fácil porque siempre se piensa que puede seguir un poco más , sin embargo hubo que deshacerse de una buena dosis de egoísmo para llevarlo a cabo.
Esto me lleva a otro tema, no menor, que es la eutanasia. ¿Cuantas veces se le alarga cruelmente la vida a seres humanos? Estoy por la vida, pero con calidad y sobre todo, sin sufrimiento.
Vaya este día, pues, a mi buen amigo Pancho que me regaló trece maravillosos años y aún siendo perro, me hizo un mejor ser humano.
