martes, 31 de marzo de 2009

Si supiéramos todo. Parte VI

Quo vadis?

"Hoy en día el mundo quiere ser entretenido, y espera ser entretenido todo el tiempo...Siglos atrás, los seres humanos querían ser salvados, mejorados, liberados o educados.Pero en nuestro siglo, quieren ser entretenidos. El gran temor no es caer enfermo o la muerte. Es el aburrimiento"
-Michael Crichton "Timeline"

"He visto el futuro y no funciona"
-Robert Fulford

¿Dónde vamos? Quisiera saberlo, pero tengo una idea.
La tan mentada globalización ha traído cosas increíbles. Nos comunicamos a través de correos electrónicos, encontramos gente de nuestra infancia en Facebook, hablamos sin costo alguno a puntos extremos del planeta a través de Skype y mandamos documentos, fotografías, música y videos y compramos por Internet. Tenemos enciclopedias virtuales y si queremos saber algo, nuestro gurú virtual, Google, nos da la respuesta. Un mundo comunicado, informado y sobre informado. ¿Con qué fin?
Hay quienes piensan que la historia es una secuencia de hechos fortuitos, que generan otros hechos, que a su vez son fortuitos. La observación me dice lo contrario. Nada es casualidad y todo tiene sentido para alguien que busca un provecho.
Cuando explotó el fenómeno de Internet y los empleados de la oficina que manejaba, pasaban largas horas navegando, jugando o chateando, recibimos un memo de la casa matriz donde se pedía que no se usara Internet en forma lúdica y que esto sería sancionado. En ese mismo memo, la compañía se reservaba el derecho de entrar en los correos individuales para monitorear su uso. Vaya, vaya. Para mí, que nunca se me hubiese ocurrido tan siquiera leer una nota que mi hijo dejaba tirada, me pareció una franca violación de la privacidad.
El hecho significativo es que, tecnológicamente, es posible hacerlo.
Un dato curioso. ¿Sabía usted que hay cientos de hackers (piratas cibernéticos), muchos de ellos convictos, trabajando para distintos estamentos del estado, incluyendo las fuerzas de seguridad? Y no solamente para el estado. Las grandes corporaciones también los contratan para mejorar sus sistemas de seguridad cibernética. ¡ Se le podría haber ocurrido a la FBI contratar a Capone para que mejorara el control del contrabando, la prostitución o el juego ilegal!
Aunque esto no es nuevo. No olvidemos que parte del aparato de seguridad del Tercer Reich fue utilizado para formar el "nuevo" sistema de seguridad del estado de ambas Alemanias en la post-guerra. Lo mismo ha sucedido en nuestros países en su paso de dictaduras a democracias.
Por supuesto que la utilización de hackers tiene algunas razones muy loables, como la persecución a la pornografía infantil, estafa por apropiación ilegal de identidades y otros delitos cibernéticos. Pero una vez más se nos infunde temor para legitimizar acciones que pueden ser usadas más allá de los propósitos enunciados. Los alcances de la utilización de la nueva tecnología en manos del estado son aterradores.
Nuestras vidas están hoy en el ciberespacio. Esa foto de su hijo haciendo la primera comunión que le mandó a su tía en Australia. El comentario que le hizo a su amigo en Miami sobre el la guerra en Irak. Su estado de cuenta del banco. Todo está guardadito en un servidor, a disposición del que tecnológicamente pueda acceder a ello. Y si lo puede acceder, lo podrá modificar, digo yo. Gracias al extendido uso del celular, pueden escuchar nuestras llamadas sin necesidad de "pinchar" nuestras líneas y toda esa maravilla al servicio de nuestro trabajo y ocio, es fuente de información y manipulación.
Ahora sí que tengo miedo.
Ya no sólo pueden saber qué y donde compramos. Saben cuanto tenemos, a quienes conocemos y como pensamos.
El robo de identidad se ha convertido en uno de los delitos de mayor crecimiento en los últimos diez años. Al estar toda la información de los ciudadanos en la base de datos de compañías que se dedican al control crediticio, el acceder a esta información es sólo cuestión de habilidad tecnológica. Si un delincuente puede hacerlo,¿No podrá hacerlo un servivio de seguridad del estado, por ejemplo, para inculpar a alguien de un delito? Esto no es ciencia ficción. En el atentado del 9/11, que destruyó tres edificios del World Trade Center, incluido uno que ni siquiera fue impactado por los aviones (¡¡¡) y cuyo calor licuó el acero de sus estructuras, se encontró un pasaporte, en perfectas condiciones, que supuestamente permanecía a uno de los terroristas. La persona resultó ser alguien que estaba a miles de kilómetros del lugar al momento del atentado, y estaba vivo.
Los pasaportes falsos usados por los servicios de contra-espionaje han sido altamente publicitados en el cine.¿Para qué inventar una identidad cuando se puede robar una?
Todo esto en manos del estado y de los grupos que manejan el sistema económico, es el arma de control más poderosa jamás creada. Si a esto se le suma una motivación sin freno, como es la codicia, como diría el Chapulín Colorado ¿Quién podrá ayudarnos?

No pocos han tirado la toalla. El sistema es demasiado grande e "invisible". En los 60´s y 70´s los enemigos eran de "carne y hueso". Hoy, el tramado formado por el poder civil y el económico, es demasiado grande y complejo y evita tener demasiadas caras visibles imposibilitando "blancos" claros para la disidencia.

Los medios de comunicación y del entretenimiento juegan un papel importante en el adormecimiento de las conciencias. Tomemos, por ejemplo, la guerra contra el narcotráfico.
al igual que la guerra de Vietnam, que nunca fue intencionada para ser ganada, la del narcotráfico sigue el mismo camino. La cantidad de películas y series dedicadas a esto han sido innumerables. En su cruzada de confundir y desinformar, el entretenimiento mezcla cuidadosamente la ficción con la realidad  creando la falsa percepción, que se hace mucho más de lo que realmente se hace. No olvidemos un hecho importante. La Motion Picture Association of America (MPAA), asociación que agrupa a los grandes estudios de filmación de los EEUU, el núcleo de lo que llamamos "Hollywood", está íntimamente ligada al Departamento de Estado de los EEUU, de hecho está presente en todas las negociaciones de ese país con otros. La MPAA ha tenido una larga historia en el control de los contenidos producidos por Hollywood. Las Fuerzas Armadas de los EEUU han financiado películas (ej. Top Gun) que han servido para "limpiar" su imagen.
En el cine y en la TV vemos de todo, a favor y en contra del sistema, pero al "ficcionarlo" y enmarcarlo en la gran propuesta del entretenimiento, le dan un carácter de irrealidad, quitándole fuerza al contenido. Una vez más, la disensión al servicio del sistema.
El gran tramado de la comunicación ha creado una maquinaria perfecta de "adormecimiento" intelectual. En nombre del entretenimiento, la TV (auto denominada "ventana al mundo"), nos llena de programas carentes de contenido significativo, trastocando los valores y manipulando nuestra visión del mundo.
Programas, donde situaciones cotidianas, a veces dramáticas, son acompañadas de risas incorporadas, minimizan la importancia de los problemas que enfrentamos día a día. 
Policías corruptos, agentes gubernamentales que torturan, abogados sin escrúpulos, criminales ingeniosos, llenan la "pantalla chica", y si el telespectador no tiene sentido crítico, puede perfectamente pensar que esa es la normalidad...mejor quedarse en casa, es más seguro.
Los famosos "realities", que nada tienen de realidad, crean estrellas fugaces. Concursos donde los participantes, dispuestos a cualquier cosa menos trabajar, ganan fortunas. Los medios de comunicación constantemente nos muestran a los "ganadores" del mundo, gente que ha amasado fortunas, como si fuera la norma y nosotros los pobres desgraciados que no hemos sido capaces de hacerlo. Somo parias en una sociedad que ha puesto como meta absoluta el ganar dinero, y mucho, sin importar la manera de lograrlo.

Es verdad que hay documentales sociales y educativos, pero son tan pocos que se pierden en el mar de la programación. Y si por otro lado,  no se educa apropiadamente, estos programas serán vistos y apreciados por los pocos privilegiados que han tenido la suerte de tener una educación que les permita apreciarlos. La sociedad aplaca su sentido de culpa y sigue el camino del entretenimiento. 

Es importante para el poder mantener la ignorancia, siempre fue así. Lo que sucede hoy es que quieren "pasar gato por liebre", y lo están consiguiendo. Mucha, mucha información, pero poca educación.

Los grandes problemas sociales se tocan en algunos programas de radio y TV, pero siempre de manera frívola y veloz. No hay verdadera denuncia, sólo tocan la fibra sensible del usuario que momentáneamente siente que a alguien le importan sus problemas. No hay denuncia.
Se confunde, a propósito, el ser implícito con decir la verdad, porque el fin último no es la búsqueda de esta, sino que el rating, que a su vez sube la facturación del medio. Más rating, más dinero y para conseguirlo, todo es lícito.
"Si el público lo pide" parece ser el dogma de las comunicaciones. Si a una persona sólo le diéramos hamburguesas con papas fritas llegará un momento que pensará que eso es todo lo que hay, y por supuesto que pedirá más hamburguesas y papas fritas. El objetivo ni siquiera es entretener, es ganar dinero y la codicia no tiene límites.

Y no puede ser de otra manera, porque los medios de comunicación no pueden atacar a conciencia los grandes problemas, porque son parte del problema. La facturación en publicidad de las grandes corporaciones hace que estas dicten el camino a seguir. Tal y como sucede con los políticos, de vez en cuando nos tirarán alguna bomba de humo para que creamos que existe independencia editorial, pero no será más que eso, una bomba de humo.
La industria del entretenimiento, ahora con nuevas herramientas tecnológicas como es Internet, tiene nuevas formas de desinformarnos, mentirnos y finalmente, adormecernos.
Si yo, que soy un troglodita tecnológico, soy capaz de hacer un blog, o un Power Point donde puedo encumbrar las bondades de la manzana, y hacerlo circular, ¿Qué no pueden llegar a plantar los grandes sistemas de control?
La nueva fe se llama entretenimiento. Sus templos son la TV, el cine y la red y su promesa es salvarnos del aburrimiento. Su verdadera meta es mantenernos temerosos, inseguros y recluídos. Afuera de esta fe, no hay salvación.

¿Son todas malas noticias?
Las grandes revoluciones han sido llevadas a cabo por pequeños grupos de descontentos, inconformistas e iluminados, muchas veces en contra del sentir de las grandes mayorías. 
Los disidentes de este Matrix, que nos mantiene creídos que no hay otra cosa fuera de él, ellos son los que liderarán la revolución. 
Además, el sistema lleva con sí, el virus de su propia destrucción. No existen mecanismos para canalizar las penurias del individuo. Nos vamos a cansar de llamar a programas de radio donde nadie realmente escucha. El virus del descontento y la frustración ya crea síntomas que se traducen en actos contra el sistema. este los tratará de aplacar con las mismas armas que usa hoy, y con las que inventará en el futuro, pero sólo conseguirá que la disidencia sea más fuerte y los síntomas peores. Se nos tratará de mostrar todo esto como patologías que hay que extirpar del sistema, pero la historia demuestra que los individuos son capaces de generar cambios y la verdad prevalecerá...hmmm. Desgraciadamente, querido lector, quisiera que esto fuera una certeza. Hoy, es más bien la formulación de un deseo.
(continua..una más. Si ha llegado hasta aquí, otro pasito)



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