miércoles, 20 de enero de 2010

No me sorprende-(**)

"La inteligencia no es Sabiduría"
-Eurípides

"La memoria es la madre de la sabiduría"
- Esquilo

" Te lo dije"
- Reproche popular

El mundo entero se esperanzó cuando Barak Obama fue elegido el 44º presidente de ese país (*). Se esperaba un cambio, al igual que se esperaba cuando salió elegido John F.Kennedy, pero la historia tiene la habilidad de repetirse y el ser humano tiene la creencia que cada situación es distinta.

El bueno de Kennedy llegó al poder gracias a la fortuna familiar, lograda en virtud del contrabando de alcohol en los años de la llamada Ley Seca. No fue menor la ayuda de los sindicatos, manejados por el crimen organizado, a los que traicionó, nombrando a su hermano Robert como Fiscal General, abocándose a la persecución de la Mafia.

En los tres años que duró su mandato, antes de ser asesinado en Noviembre de 1963, apoyó la fallida invasión a Cuba-el desastre de Bahía Cochinos- y casi lleva al mundo a una guerra mundial con el famoso incidente de los misiles. Durante su gobierno empezó la escalada militar en Vietnam, permitió que la URSS aislara ignomisamente a los berlineses y Latino América fue tratada como un jardín de desperdicios.

Joven y carismático . El primer presidente católico en la historia de los EEUU. Una promesa de cambio.

48 años después tenemos a un presidente joven y carismático. El primer presidente afro-americano en la historia de los EEUU. Una promesa de cambio.

Lo que el mundo olvida es que Obama es el presidente de los EEUU, con todo lo que esto representa. Sus intereses están marcados por lo que a ese país le conviene, su historia y por los grupos de presión que, en definitiva, son los que manejan sus designios en concomitancia con los grupos económicos del mundo.

Los que pensaban que el gobierno de Obama desenmascararía el complicado entramado militar-industrial-económico, que denunció en su momento Eisenhower, pueden sentarse a esperar. Eso no está sucediendo, ni sucederá.

Es verdad que Obama ha denunciado a los ejecutivos codiciosos y promete mano dura. A los ciudadanos del mundo nos encanta escuchar a alguien hablarle fuerte a los poderosos. Y él lo sabe. Cómo lo saben Chávez y Evo Morales. Siempre es bueno para la política tener “íconos malos” para poder culpar.

Pero las señales del continuismo saltan a la vista. Obama está enviando más tropas a Afganistán, con una inversión en billones de dólares. El discurso del terror sigue y no hay retiradas de tropas de Irak a la vista. Eso sí, se está solucionando la crisis económica gracias a los billones de dólares del contribuyente norteamericano. Pero la crisis terminará porque es momento que los grandes grupos económicos saquen las ventajas que planificaron sacar de antemano, no porque Obama haya encontrado la solución al problema.

Hay quienes creían que de esta crisis nacería una nueva manera de ver al mundo. Más humana, menos consumista, más solidaria. Ilusos. El mundo sigue igual porque el sistema es el mismo y es el sistema mismo el que es perverso porque ha sido creado, y es manejado, por grupos que no tienen el menor interés en la humanidad. Sólo en su propio beneficio.

Que Obama ganara las elecciones era tan obvio, después del nefasto Bush y del contrincante que pusieron los Republicanos, no me deja de sorprender la felicidad desatada en todo el mundo por su llegada. Hemos presenciado una coreografía política.

Ojalá que me equivoque, pero al igual que con Kennedy, nos hemos quedado con las formas y hemos sucumbido a un estilo, más que por el fondo. El populismo también existe en los EEUU.

(*) Este artículo fue escrito hace un año, cuando Obama fue elegido. Un año después, el pueblo norteamericano castiga a su presidente al elegir un republicano en Massachussetts, bastión del partido demócrata. Las tropas siguen en Irak y en Afganistán.

(**) Marzo 2011. Obama sigue siendo una "promesa vacía". EEUU no sólo sigue en Irak y en Afganistán, si no que además lidera la alianza contra Lybia. A pesar de sus promesas, aún no se ha castigado a los verdaderos culpables de la crisis y muchos han sido premiados con altos puestos en el gobierno. En su visita a Latinoamérica una vez más demuestra el desinterés de los EEUU por la región, exepto (por supuesto) Brasil.

Obama, como Kennedy, un decepcionante empaque vacío de contenido.

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