viernes, 9 de octubre de 2009

La opción de ser idiotas-

"La gente quiere tan desesperadamente la paz, que uno de estos días será mejor que los gobiernos se hagan a un lado para que la tengan"
- Dwight Eisenhower

"Es una locura que las ovejas hablen de paz con un lobo"
-Thomas Fuller

Es sorprendente que el premio Nobel de la Paz se le haya dado a un presidente de los Estados Unidos, sobre todo considerando que lleva nueve meses en el poder y hasta ahora todo lo que tenemos son promesas. Yo sigo viendo soldados americanos en Irak.
La única razón que puedo adivinar detrás del premio es que sea una manera de presionar a Obama para que realmente lleve a cabo una política de paz en el mundo.
No dudo de las buenas intenciones del Sr. Barak Obama, pero como presidente de los Estados Unidos, está por verse si puede abstraerse de los poderosos grupos económicos y pueda detener una política militarista que se ha desarrollado por decádas.
Me viene a la mente el premio Nobel otorgado a unos de los "halcones" históricos de los Estados Unidos, Henry Kissinger, gestor de la gran escalada militarista en Viet Nam y de los bombardeos indiscriminados en el norte de ese país y Cambodia, resultando en la muerte de miles de civiles. Fue como darle un premio a un asesino por dejar de cometer asesinatos.
Lo cierto es que Obama es aún una promesa y tenemos una necesidad imperiosa de creer, porque no queda de otra, creer y esperar. ¿O sí hay otra opción? Debo decir a favor de Obama, que él mismo se ha sentido sorprendido ante tamaño reconocimiento y , en sus palabras, lo toma como un incentivo para lograr la paz. ¿Qué otra cosa le quedaba por decir?
El sistema nos ha llevado a ser simples espectadores de un circo que hace lo que quiere con los individuos.
Y esto no sucede solamente en Washington. En Chile estamos a las puertas de una elección donde dudas de carácter ético se ciernen sobre los dos principales candidatos. Tal vez no hayan cometido nada "ilegal", pero la ética debería ser parte de los atributos que deseamos de alguien que será presidente de un país. Pero necesitamos creer, porque no nos queda de otra.
Este es el mundo en que vivimos. Somos manejados, manipulados y tomados por verdaderos idiotas. Está por verse si realmente somos idiotas o no nos queda otra opción que serlo, o si, por otro lado, realmente podríamos intentar hacer algo para demostrar que no lo somos.

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