"La realidad siempre supera a la ficción"
- sabiduría popular
Durante la última Copa Confederaciones, Brasil, país anfitrión,
vivió una de las jornadas de protestas más multitudinales de su historia. El
fútbol, que junto con los carnavales, siempre fue un gran “airbag” social, no
logró contener a los millones que salieron a protestar en contra de la
marginación y el despilfarro que costarán el mundial de fútbol, las olimpíadas,
además de la mencionada Copa Confederaciones.
¿Qué hubiese pasado si Brasil no hubiese ganado la Copa? Además de
la indignación de una parte de la sociedad brasilera, se hubiese sumado la
frustración de la otra parte que se había mantenido expectante del resultado de
su selección. Tanto gasto, ¿Y no ganar esta Copa?.
Para los que vemos fútbol habitualmente, aunque no nos sorprendió
que ganara Brasil, sí nos llamó poderosamente la atención el cómo jugó la
selección española, desprovista de toda esa delicadeza y técnica que la ha
hecho ganar dos Copas de Europa seguidas y el último Mundial. Convertida en el
referente mundial, jugó la final de la Copa Confederaciones como si fuera “otro”
equipo. Con los mismos jugadores, pero jugando a “otra” cosa y fue totalmente borrado del campo por
un motivado y hacendoso Brasil, que digamos las cosas como son, tampoco es el
Brasil de otros tiempos.
Y esto que me ha rondado la cabeza desde ese momento, finalmente
tomó forma. ¿Es totalmente descabellado pensar que a través de la FIFA, órgano
que dirige el fútbol mundial y altamente politizado, y pensando que estamos en
la antesala del Mundial 2014, no se haya “pactado” que Brasil asegurara el
título para evitar un descalabro social de magnitud desconocida y de
consecuencias imprevistas para la realización del magno evento?
Hace tiempo que sabemo que la política está al servicio de los intereses
económicos, que la FIFA es uno de los negocios más redituables del planeta y
que la FIFA ha creado una estructura normativa que muchas veces se pone por
encima de la legislación de las naciones, a sabiendas de la fuerza social que
tiene el fútbol. Mucho se juega el gobierno de Dilma Rouseff y mucho, mucho se
juega la FIFA con el Mundial 2014.
Y está la selección española, con dos Copas Europa y un Mundial,
participando en un torneo de “ decoración””, “preparatorio” o “menor”. ¿Se le
habrá pedido que se “tire a la lona” por un “bien mayor”? Cosas peores se han
manipulado, cosas peores se han realizado y cosas peores se han pactado. Y
todas por dinero.
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