miércoles, 22 de diciembre de 2010

En estas fechas -

“Humanitarismo es no tener que sacrificar nunca a un ser humano por causa alguna”

- Albert Schweitzer

“ A menos que una vida no se dedique a los demás, no vale la pena”

- Madre Teresa de Calcuta

“Debes ser el cambio que quieres ver en el mundo”

-M. Gandhi


Estas fechas, lo queramos así o no, la gente celebra, se recoge y hace balances. No me puedo imaginar lo que debe ser para la familia de alguna víctima del narco en México, o de una redada israelí en Gaza, o de una bomba palestina en Israel, o de un atentando suicida en Pakistán, o de una familia que haya perdido todo a causa de una riada en el sur de España…y la lista es interminable. Para esa gente, esa pobre gente, la Navidad

El ser azotado por una catástrofe natural conlleva una agonizante resignación. Genera la tristeza de la devastación, impotencia y sentido de pérdida.

Las víctimas de hechos provocados por el hombre tienen un ingrediente macabro que se acentúa cuando la impunidad es el resultado final. Genera rabia, ira y más rabia.

La impunidad está también se viste de traje y corbata cuando hablamos de la crisis. Los invisibles responsables del desastre económico siguen sueltos, y lo más probable, es que estén engordando sus arcas porque lo único que resulta claro es que la crisis, una vez más, hace que los poderosos se vuelvan más poderosos y el dinero se concentre cada vez en menos manos. Mientras tanto, los ciudadanos comunes y corrientes pagan por los errores ajenos.

Me decía un amigo cuando se desató la crisis que esto llevaría finalmente a una nueva manera de pensar y de ver la vida. Menos consumista, más espiritual. Me temo que sólo era un deseo honesto de un hombre honesto.

La crisis no sólo no ha cambiado ni cambiará la mentalidad imperante , si no que exacerba la corrupción y la búsqueda de fórmulas cortas, y no siempre éticas, de hacer dinero. Lo que sí ha hecho es desenmascarar un sistema carente de vías idóneas de comunicación donde los ciudadanos puedan alzar una voz. Los sindicatos no son más que marionetas arcaicas manejadas por los mismos que manejan los mercados.

Si las sociedades son reflejos de sus héroes, temo por el mundo de mis nietos. Personajes como Albert Schweitzer, Gandhi o la madre Teresa de Calcuta son vistos como “frickies” anacrónicos, casi víctimas de una especie de enfermedad mental que los hizo dedicarse a los demás. Nuestros héroes actuales no lo son por lo que han creado, inventado o gestionado, si no que por la cantidad de dinero que han amasado, por lo que tienen sin importar mucho cuantas cabezas hayan caído en su camino para conseguirlo. ¡ Vaya héroes!

En medio de tantas nubes, un rayito de luz, aunque no sabemos si logrará seguir brillando con la cantidad de “sabuesos” que le persiguen. Julian Assange, creador de Wikileaks, la página que ha puesto al descubierto lo que muchos ya sabíamos: La política es sucia, y si es internacional, es internacionalmente sucia. La mala noticia es, que a raíz de los documentos expuestos, los gobiernos no es que estén golpeándose el pecho pidiendo perdón, si no que por el contrario están buscando nuevas formas para evitar que el “goteo” se repita y maneras de como hundir definitivamente al mensajero. La verdadera preocupación viene por parte de los verdaderos “jefes de los jefes”, las compañías multinacionales porque si se produjera algo parecido con sus comunicaciones, entonces sí que temblaríamos.

Pero repito algo que me digo constantemente. Me sirve para mantener la cordura.

A pesar de lo que leamos día a día, ya sea en artículos, noticias o “entrelíneas”, en el mundo hay más gente buena que mala. Hay más gente haciendo el bien que gente haciendo el mal. El problema es que lo que hacen el mal, son más poderosos que los que hacen el bien, y el mal tiene la habilidad de parecer como “normal”, mientras que el bien parece ser lo “raro” e “inusual”.

Y ese es mi deseo para estas Navidades y para el 2011. Que la cantidad de gente que hace el bien crezca, y que la maldad no sea premiada, si no que castigada. Por el bien de todos.

Felices Fiestas.

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